El arte gótico se extiende en el entramado general de espiritualidad que caracteriza a la Edad Media, pero de ninguna manera podrá considerarse como una continuación del espíritu románico. Desde el pensamiento filosófico hasta las nuevas situaciones socioeconómicas nos plantean las condiciones necesarias para que aparezca un hombre nuevo y por ellos un arte nuevo, hacia finales del siglo XII.
CONDICIONANTES SOCIOCULTURALES DEL GÓTICO:
a) Evolución del pensamiento teológico y filosófico: en el siglo XII se tradujo a Aristóteles y sus ideas opuestas al platonismo se extendieron por toda Europa; la observación y el cálculo determinan a partir de ahora el conocimiento, y en arte, el realista y el ingeniero sustituirán al expresionista y el simbolista románicos.
b) La reforma cisterciense: contra la relajación de la Iglesia, San Bernardo emprende una tajante reforma, fundando la orden del Císter, con instrucciones muy precisas sobre los nuevos templos, proscribiéndose todo tipo de decoración y limitándose la arquitectura a sus elementos estructurales. Esta nueva situación permite a los arquitectos despreocuparse del ornato y atender únicamente a las cuestiones técnicas.
c) El despertar del humanismo: La Baja Edad Media ha dejado muy atrás el terror del milenarismo y se abre hacia una era de amor, a Dios y a la naturaleza, espiritual y cortesano.
d) Una nueva estructura social: a partir del siglo XIII y tras las Cruzadas, se abren nuevas rutas y se desarrolla un comercio creciente; esto trae consigo la necesidad de nuevos esquemas laborales y técnicos para el avituallamiento de los mercaderes. Aparece una incipiente industria artesanal y con ello la concentración humana en las ciudades. En ellas se configuran los gremios y los burgos, y una nueva figura aparece en la historia: el burgués. El monasterio aislado en el campo será sustituido por la catedral ciudadana.